Cuentos de los viudos negros (Isaac Asimov)


Título: Cuentos de los viudos negros
Título Original: (Tales of the Black Widowers, 2015)
Autor: Isaac Asimov
Editorial: Alianza
Colección: 13/20
Traducción: Pilar Agramunt
ISBN: 9788420695075
Tapa: Blanda, bolsillo
Nº de páginas: 304
12 relatos de Isaac Asimov en los que prima la trama detectivesca, el género negro. Pero unos relatos en los que el referente más cercano pudiera ser el detective surgido de la pluma de Agatha Christie, Hércules Poirot, que otros como Sam Spade, Philip Marlowe, etc.
Un club exclusivamente masculino que en sus cenas mensuales se encuentran enfrentados a misterios que deben resolver.
Todo ello con el humor que el autor no pudo permitirse en otras obras, pero que sabemos que poseía.

 Aunque podríamos considerar que Isaac Asimov es conocido por su literatura de ciencia ficción, en especial por sus relatos sobre robots, y por la saga de la "Fundación" (así como por ser el creador de las Tres leyes de la Robótica), también es conocido por escribir multitud de libros sobre otros temas; entre ellos, libros divulgativos de ciencia, de historia, sobre la Biblia, etc. Y, dentro de la narrativa, pero fuera de la ciencia ficción, relatos como los de "Azazel", y los de los Viudos Negros. En concreto estos últimos vienen dados por el interés que tenía Asimov por la literatura de detectives, algo que había utilizado alguna que otra vez, pero en relatos o novelas de temática de ciencia ficción. Pero él quería escribir "novela negra", pura, sin tener que encajarla en ambientes científicos; al mismo tiempo era consciente que en ese momento las novelas de detectives que le gustaban a él, y que quería/podía escribir no eran las que estaban en boga entonces. Él abogaba por un detective cerebral, tipo Hércules Poirot, y no por los tipos duros que protagonizaban los éxitos cargados de sexo, drogas y alcohol. Afortunadamente, tuvo la oportunidad de escribir dichos relatos cuando recibió una carta de la editora de la revista Ellery Queen's Mystery Magazine preguntándole si escribiría un cuento para la revista. Ahí vio la oportunidad, sobre todo pensando que al ser una petición, no se lo rechazarían… Luego, basó la ambientación en un exclusivo club al que fue invitado, las "arañas tramperas", exclusivamente masculino. Combinando ambas cosas, empezó a escribir, y publicar, los "Cuentos de los Viudos Negros".
Son estos una serie de relatos en los que dicho club, en sus cenas mensuales, se van encontrando pequeños misterios (pequeños, a excepción de un antiguo caso de asesinato) en relación con los invitados a dichas reuniones. Como queda dicho, son casos "cerebrales", en los que la lógica y la concatenación de los hechos permiten seguir una progresión que llevará al desencadenante lógico de la situación, siempre por el personaje menos esperado (no voy a decir si se resuelven todos o no, ni la identidad de dicho personaje… pero desde el primer relato quedará claro el tono del resto del libro).
Isaac Asimov utiliza aquí todo el humor e ironía de la que no puede hacer gala en otros temas o novelas, pero que sin embargo sí hemos vislumbrado en algún que otro momento, uniéndolos a una serie de planteamientos con su lógica interna que permiten desenmarañarlos, y a una serie de personajes con sus características y personalidades que, a pesar de ser muy diferentes, convergen y se complementan cuando se reúnen.
Asistiremos así a intensos debates y discusiones, con sus dosis de humor, en los que se tratarán (¿se conseguirán solucionar?) robos, espionajes, asesinatos, herencias perdidas, etc. Casos que comienzan con una historia curiosa a la que se le da remate, y que posteriormente deriva en que en cada reunión llevan un invitado con una historia peculiar, que los Viudos Negros se empeñarán en resolver.
Por si todo esto no fuera suficiente, el volumen cuenta con una introducción y notas del propio autor, en las que comenta cómo comenzó a escribir estos relatos, las reacciones de los editores, las suyas propias cuando le realizaban algún cambio (sobre todo en los títulos), el proceso de revisión al recopilarlas en un libro, etc. Como siempre que Asimov añade notas, incluyendo cuando ejerce de antologista, eso añade valor al libro en cuestión, pues son muy amenas y divertidas, a la par que instructivas. En éstas, ya desde la introducción utiliza ese tono ameno e irónico, que no abandonará en ningún momento a lo largo de cada intervención. Además, como el ego del autor nunca se ha podido esconder, en alguno de los relatos aparece nombrado, así como alguna de su obra (no podía dejar pasar la ocasión, claro).
Imprescindible.


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